“Para creer en algo, lo primero y más importante es conocerlo. De ahí el compromiso de Gravite con el acelerador”
Jesús Lens, director del Festival Gravite
Jesús Lens, comunicador y gestor cultural, es codirector de los festivales multiculturales Gravite y Granada Noir. Después de desarrollar su carrera en el ámbito de la abogacía y la comunicación corporativa, actualmente desarrolla su actividad profesional de forma independiente. Columnista en el periódico Ideal desde 1997 y colaborador habitual de diferentes medios de comunicación, ha publicado varios libros especializados en cine y viajes. En esta entrevista desvela el papel de IFMIF-DONES en el origen del Festival Gravite, dedicado a los viajes en el tiempo.
-Desde su primera edición, el Festival Gravite ha mostrado un gran interés en el acelerador de partículas IFMIF-DONES. El 15 de junio protagonizará la sesión inaugural de la tercera edición, y en la primera edición también le dedicó una charla divulgativa. ¿Qué opina del proyecto y de su impacto en el desarrollo de Granada?
-Para mí, es el gran proyecto de la Granada del futuro. Creo que es el tema sobre el que más he escrito en mi columna de IDEAL a lo largo de estos años. Junto al PTS y a la Inteligencia Artificial, impulsado por la UGR, debe protagonizar la transición de la provincia hacia una economía que no sea tan dependiente del turismo y la hostelería. IFMIF-DONES supone ciencia, investigación e innovación, algo básico en la socioeconomía del siglo XXI. Alguna vez escribí que Granada puede aspirar a convertirse en el ‘Neutron Valley’ europeo, inspirado por las palabras de Eduardo Ros, catedrático del departamento de Arquitectura y Tecnología de Computadores de la UGR, cuando dice que la gran riqueza de Granada es el conocimiento, la materia gris, el talento y la inteligencia.
-Gravite es un festival multidisciplinar, con los viajes en el tiempo como protagonistas, en el que tiene cabida la ciencia, la literatura, el cine, la magia… ¿Cómo surgió la idea de poner en marcha un evento como este?
-Precisamente por el impacto que nos produjo a Gustavo Gómez y a mí el proyecto del IFMIF-DONES. Granada es una ciudad prodigiosa en la que todas las civilizaciones del pasado han dejado su huella. Como provincia andaluza, geográficamente es puente entre África, Europa y América. Por todo ello, funciona como una máquina del tiempo que nos permite viajar al pasado y reencontrarnos con la Prehistoria, el Paleolítico y el Neolítico. Con las civilizaciones ibérica, romana y, por supuesto, la árabe. A partir de 1492, todas las corrientes del arte y el pensamiento han dejado impronta.
De un tiempo a esta parte, Granada también mira al futuro y nos permite soñar hacia delante. Granada es Ciudad de la Ciencia gracias al éxito del Parque de las Ciencias, el PTS y las disciplinas científicas en las que sobresale la UGR, con la Inteligencia Artificial y el departamento dirigido por Francisco Herrera como mascarón de proa. Ahí están el Instituto de Astrofísica de Andalucía y la arquitectura de vanguardia de edificios tan excepcionales como el Cubo de CaixaBank y el Centro Cultural de CajaGranada Fundación, etcétera. Y entonces aparece un proyecto como el IFMIF-DONES, capaz de ponernos a todos de acuerdo y apostar decididamente por él. ¡Cómo dejar pasar esta oportunidad!
-De todos es conocida su afición a los viajes en el tiempo, cuya huella más patente es precisamente el Festival Gravite. ¿De dónde viene esta fascinación?
-Creo que es por hacerme mayor. La primera vez que fui consciente del tiempo fue con el paso del cometa Halley. Era 1986 y las noticias nos advertían de que no volvería hasta 2061. Hice cuentas y vi que, si todo iba bien, tendría… ¡91 años! ¿Cómo sería yo con 91 años? ¿Y mi familia y amigos? ¿Y el mundo? ¿Seguirá habiendo ballenas, un tema que me inquietaba enormemente por aquellos entonces?
Siempre he sido un ansia viva. He querido llegar a todo y estar en todos sitios a la vez. El tiempo pasaba demasiado deprisa. Ser dueño de mi tiempo ha sido siempre mi máximo anhelo. Y de ahí a querer viajar a través de él solo hay un paso. Aunque mi admirado profesor Juan Varo sostenga que ya no es un argumento para la ciencia ficción contemporánea, a mí me sigue fascinando.
El viaje en el tiempo también tiene mucho que ver con enmendar errores, con crecer y madurar. Todos hemos querido tener una segunda oportunidad. Volver al pasado para hacer las cosas de otra manera. Ahí entraríamos en los Multiversos. ¿Quién no ha soñado con ser otra persona? ¿Quién no ha fantaseado con cómo hubiera sido su vida si en vez de haber tomado aquella decisión hubiera tomado esa otra? Pensar en nuestros múltiples yo, aunque suene egocéntrico, también es viajar en el tiempo. Sobre todo porque nos permite pensar dónde queremos estar mañana y, con la experiencia acumulada, hacer todo lo posible por llegar. Y hasta lo imposible.
-Cuando se habla de IFMIF-DONES solemos vincularlo con la ciencia, la energía, la ingeniería o la economía. Pero, ¿cree que es un proyecto vedado para personas con vocación de letras?
-Para nada. De hecho, yo soy de letras puras. Muchas veces he dicho que uno de los días más felices de mi vida fue cuando, al final de segundo de BUP, aprobé Física y Química y Matemáticas y me despedí de ellas para siempre. Al año siguiente me esperaban Historia del Arte, Griego, Filosofía y Latín. Las disciplinas científicas ya eran pasado y estaban felizmente enterradas. ¡Eso creía!
Unos años después, paradójicamente, me encontraba trabajando en una entidad financiera y calculando los intereses compuestos de los préstamos. Y ahora, asistiendo a charlas en las que trato de entender qué son los neutrones o, un poco como nos ha pasado a todos este último año, haciendo cursos acelerados de bacteriología, inmunología y virología.
Cuando lees un tebeo como ‘Sentient’, de Jaff Lemire y dibujado por nuestro Gabriel Hernández Walta, ves que ciencia, letras y bellas artes van de la mano. O cuando escuchas los Multiversos musicales de ese genio que es Antonio Arias.
Con Gravite defendemos la importancia de esa tercera cultura que tiende puentes entre la cultura humanística y la científica, en imprescindible definición de John Brockman.
Es importante resaltar, también, la importancia de los medios de comunicación a la hora de difundir noticias e información científica, haciéndola entendible y accesible para el público en general. En Granada, acercar el proyecto IFMIF-DONES a cuanta más gente mejor es una responsabilidad de todos. Hacérselo entender y hacerla partícipe de todas sus potencialidades. Para amar algo, para creer en algo, lo primero y más importante es conocerlo. De ahí el compromiso de Gravite con el acelerador, gracias al apoyo que nos brindan CaixaBank y CajaGranada Fundación.