Entrevista a Claudio Torregrosa, responsable del prototipo MuVacAs
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Claudio Torregrosa (Alicante, 1989) es ingeniero industrial especializado en Tecnología Nuclear por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y el Royal Institute of Technology, en Estocolmo. También es Doctor en Ingeniería por la UPV. Torregrosa enfatiza la importancia que tiene la construcción de IFMIF-DONES tanto para Granada como para España dentro de la comunidad científica internacional.
PREGUNTA. ¿Cuáles son sus responsabilidades en IFMIF-DONES?
RESPUESTA. Estoy involucrado en varios aspectos del proyecto. Por un lado, doy apoyo a estudios de ingeniería de Seguridad, definición de experimentos relacionados para validar estos sistemas, y participo en revisiones críticas del diseño de la instalación.
También soy coordinador para la integración de instrumentación y diagnósticos en los sistemas más complejos. Finalmente, soy responsable de uno de los prototipos que se están construyendo actualmente en la UGR, llamado MuVacAs, dedicado al alto vacío.
P. ¿Qué supone para usted trabajar en un proyecto tan importante para la ciudad?
R. Si me lo hubieran dicho hace unos años no lo habría creído. Desde la infancia siempre he estado muy ligado a Granada porque mi madre y gran parte de mi familia son de aquí. Por eso siempre ha sido un lugar muy especial para mí. Ya me costaba imaginar volver a España para trabajar en una instalación tan única y puntera. El hecho de que además sea en Granada es un sueño.
P. ¿Cómo explica a sus amigos y familiares qué es IFMIF-DONES?
R. Les digo que es una instalación científica de primer orden mundial. En términos de intensidad, es el acelerador más potente que se quiere construir hasta a la fecha en el mundo. Además, producirá unos resultados indispensables para la obtención de Energía de Fusión, una tecnología que se lleva persiguiendo y soñando desde hace décadas. No hay que dejar de hacer hincapié en ello porque aún encuentro a bastantes personas en Granada que, aún conociendo el proyecto, no son conscientes de sus implicaciones.
P. De su experiencia laboral previa en el CERN, ¿qué aportará al acelerador de Granada?
R. El CERN es una institución única que atesora más de 60 años de excelencia científica y tecnológica, que aglutina el conocimiento de varios miles de personas a través de varias generaciones, además de la experiencia en la interacción con las máquinas que allí se diseñan y operan. Al final la ciencia y la ingeniería es prueba y error. Allí se ha tenido tiempo y recursos para equivocarse durante décadas, lo cual da lugar a un conocimiento muy sofisticado refinado.
Yo, humildemente, espero aportar lo que he aprendido en mi experiencia con máquinas que estaban en operación, y que de hecho fallaban. Todos los diseños siempre tienen errores y éstos no se detectan hasta que no están en funcionamiento. Por eso, es fundamental la experiencia previa en operación, así como aprender de los errores y aciertos de instalaciones que están ya en funcionamiento.
P. ¿Qué opinan sus colegas internacionales sobre IFMIF-DONES?
R. En el CERN había rumores sobre DONES desde hace algunos años, sobre todo entre la comunidad española. Aunque al ser una instalación ligada a fusión y no a física fundamental (como el CERN), era difícil a veces tener información de primera mano. Ahora que el proyecto está cristalizando ya es mucho más conocido por colegas extranjeros. A nivel internacional no sorprende que una instalación como IFMIF-DONES se vaya a construir en España. Hay cientos de científicos y centros de investigación españoles trabajando a diario y en primera línea en grandes aceleradores e instalaciones en el mundo, así como contribuciones esenciales de la industria española. Lo sorprendente es que no se haya construido antes una gran instalación de estas características en nuestro país.
P. ¿Qué lugar ocupará Granada en el mapa energético mundial gracias a la infraestructura que se construirá en Escúzar?
R. Los resultados que se obtengan en las campañas de irradiación de materiales en Granada tendrán repercusión en todo el mundo. Los materiales que se validen aquí serán los que previsiblemente se instalen en los reactores de fusión del futuro.
P. ¿Cómo es el ambiente de trabajo en vuestro equipo?
R. La verdad es que es inmejorable. Siempre hay una gran incertidumbre en ese aspecto cuando se cambia de trabajo. Yo no podría estar más contento y creo que ha sido incluso hasta una cuestión de suerte. Todos estamos muy ilusionados porque sabemos lo que supone, y el privilegio y orgullo de estar aquí desde el principio. Además, todos hemos estado tiempo trabajando fuera de España de una u otra manera. Compartimos muchos intereses y las ganas de volver para aplicar lo que hemos visto aquí, en casa, en un proyecto tan fascinante y con perspectivas a largo plazo. Estamos muy cohesionados y aprendemos unos de otros todos los días. Además, nos llevarnos muy bien con otros colegas y grupos españoles y europeos que llevan trabajando años en el proyecto. Nos han dado una bienvenida muy buena, lo cual agradezco enormemente.