«La actividad que se llevará a cabo en IFMIF-DONES es de una complejidad extrema»

Juan Cantero (Granada, 1980) es ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Actualmente es el responsable de Construcción en IFMIF-DONES. Cuenta con una amplia trayectoria profesional en diferentes países.

PREGUNTA (P): Usted forma parte de la generación de ingenieros obligada a internacionalizar su trayectoria profesional. Con la perspectiva que da el tiempo, ¿cómo valora esa experiencia?

– RESPUESTA (R): La valoración es positiva, si bien yo nunca vi ese momento de internacionalización como una “obligación” sino como una evolución muy orgánica de todo lo que estaba pasando en esas fechas post-2008. Ya entonces empecé a ver que no tenía mucho sentido que en un mundo que marchaba a gran velocidad hacia un mercado global de bienes y servicios, no desembocara también en un mercado global de profesionales altamente cualificados. En esa línea, y como decía de una manera muy orgánica y natural, decidí aprovechar la expansión internacional de la empresa para la que trabajaba entonces y ampliar mi experiencia profesional para formarme en la gestión de grandes proyectos de infraestructuras internacionales. Esa formación y experiencia es la que me ha traído de vuelta con mi familia a Granada, con la oportunidad de participar en este apasionante proyecto de IFMIF-DONES.

– P: No obstante, en las decisiones laborales que ha tomado también ha pesado la conciliación personal.

– R: En mi opinión, somos un conjunto inseparable “profesional-persona” y lo único que cambia es el momento personal; unas veces la parte profesional tiene más foco que la personal y viceversa. Nos movemos y crecemos en ese equilibrio dinámico y en las decisiones que vamos tomando mientras navegamos en esas aguas. Si el crecimiento profesional no va equilibrado con el personal antes o después aparecen problemas. Tomamos decisiones y en toda decisión laboral hay una parte personal y viceversa.

– P: Usted cuenta que con IFMIF-DONES “se alinearon los astros”. ¿Por qué?

– R: En línea con lo que comentaba antes, no es habitual verse ante una decisión en la que la parte personal y profesional estuvieran tan a favor y tan claras. Se precisa de una alineación de astros extraordinaria para que en un momento de mi vida y de mi familia tan específico aparezca la posibilidad de participar en un proyecto internacional de alta tecnología, innovador y llamado a cambiar el paradigma de la energía mundial y ser un referente científico global. Y todo esto, además, en Granada y con la posibilidad de tener un impacto positivo en mi tierra.

– P: Ya se ha construido el primer edificio del complejo científico. Actualmente se levantan otros tres, que estarán concluidos el próximo año. Pero después les seguirán otros. ¿Cuántos edificios completarán el complejo y cuál es el que más dedicación le requerirá?

– R: Hay más de una decena de edificios y zonas que llamamos “auxiliares” que darán servicio al edificio principal que será el más grande e icónico que albergará el acelerador y todos los sistemas que lo rodean. En mi opinión, estos edificios auxiliares no lo son tanto, ya que este tipo de plantas funcionan de manera orgánica, interconectada e indivisible donde cada edificio tiene su razón de ser funcional y donde cualquier error puede comprometer el funcionamiento de “la máquina”. Con los requisitos de funcionamiento que el acelerador tendrá en la fase de operación, no tiene mucho sentido hablar de partes menos importantes que otras. Dicho todo esto, en fase de construcción, el edificio que más retos plantea a nivel técnico será el edificio principal, especialmente la estructura que contendrá la test-cell y los otros sistemas específicos del acelerador.

– P: Algunos edificios incluirán complejos prototipos tecnológicos. ¿Le atrae retos tan singulares?

– R: Sí, claro. Normalmente, cualquier construcción o infraestructura es tan compleja como la actividad que debe albergar o la función que debe cumplir. La actividad que se va a llevar a cabo en IFMIF-DONES es de una complejidad extrema, tanto a nivel tecnológico como a nivel de requisitos de operatividad y capacidad. No sólo todo tiene que funcionar perfectamente, sino que, además, debe ser capaz de funcionar prácticamente 24 horas al día durante 20 años. Los procedimientos y operaciones críticas que ahora estamos integrando en el diseño y que en breve trasladaremos a la fase de construcción constituyen un reto de gestión y coordinación multidisciplinar altísimo.

– P: ¿Cómo describiría el trabajo con científicos y tecnólogos?

– R: Es un sueño y un privilegio. Trabajar con un equipo tan diverso, multidisciplinar y brillante en campos tan especializados es realmente motivador. Es también una oportunidad perfecta para aportar algo de mi experiencia en construcción en un momento del proyecto en el que la colaboración entre profesionales tan variados desembocará en soluciones más efectivas y en un diseño integral e integrado. Además, el equipo a nivel humano es excepcional y el ambiente laboral inmejorable.

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